
Vamos a definir las características de selección:
- Color.- En gran cantidad de frutas el color es indicativo de su estado, por ejemplo, el Plátano con colores predominantes verdes estará falto de maduración y uno en el que predominen las manchas marrones o negras estará pasado. Sin embargo, en el Mango el color verde o rojo no indica maduración.
- Dureza.- La dureza nos marca cómo está interiormente la fruta, en una Pera, por ejemplo, si al tocarla se muestra dura no estará madura y si no opone nada de resistencia y se deforma fácilmente estará muy madura. En el caso del Mango es fundamental que al tocarlo tenga algo de plasticidad igual que el Melón pero este en la zona más cercana al rabito.
- Aroma.- Nos sugiere en parte el tiempo transcurrido desde su recolección y en parte el estado de madurez. Olores predominantes de la fruta elegida sobre el neutro nos orientará hacia un tiempo transcurrido menor desde su recolección o, por ejemplo, un melón cuando acercamos la nariz a la zona del pedúnculo debe de insinuar un olor dulce para advertirnos de su óptimo de consumo.
- Aspecto.- Existen características propias de la fruta en cuestión como la Pera Conferencia que posee colores marrones predominantes, o la Chirimoya donde las escamas grandes indican menor cantidad de semilla. Evitar siempre la fruta con manchas negras o marrones, con rotura o aspecto deteriorado. Si la fruta posee rabito que este sea verde y no esté seco.
- Sabor.- Cualidad fundamental, nos guiaremos por la cantidad de azúcar, en ese caso una fruta más dulce suele gustar más que una más amarga, aunque esta cualidad es muy subjetiva.
Resumimos en: escoger con los 5 sentidos.
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