Algunos saben que esta semana me he mudado de casa. Lo saben gracias a Facebook. Facebook es útil. Le sirve al mundo para informarse de lo que hago. La trascendencia de lo infraordinario que apenas influye en el cambio climático o en la felicidad de mis vecinos. He hecho fotos de las distintas partes del proceso, fotografiaba las cajas de cartón con libros, fotografiaba el sofá desmontado y envuelto en plástico que no creo que luego se recicle, el somier y las estanterías en medio de la Boquería, la gente decía me gusta y comentaba las fotos. Yo comentaba los comentarios. Facebook nos une, nos hace más amigos, nos informa.

La mudanza bien, gracias.
Ahora escribo MORADA ES FRUTA en una tetería que acabo de descubrir, se llama La Clandestina y la he visto al salir de Correos. Es acogedora y como tiene wifi casi todo el mundo está con su portátil abierto. Nadie sabe que la otra noche fui a urgencias. No hice fotos, aunque estuve a punto, sobre todo durante los 10 minutos que me abandonaron en un cuartucho con una camilla y un váter, momento que me sirvió para concienciarme de lo gilipollas que puedo llegar a ser cuando estoy solo y de que necesito un psicólogo o una novia por vía rápida. Pero una novia de las normales, no de las de ¿te ha gustado? ¿qué te pasa? ¿estás bien? ¿qué tal el día? ¿por qué no contestas mis 30 mensajitos y mis 15 llamadas? Algo normal.
Lo normal es muy raro.
Después de mudarme y de ir a urgencias y de cambiar las vistas a la Boquería y Montjuic por las vistas al patio interior con vecinos que cantan y tocan la guitarra y dan portazos, he decidido reiniciar mi vida, resetear mi aparato digestivo y mi sistema endocrino, he decidido que el carpe diem es algo bueno para mí, y el momento se aprovecha comiendo como un señor y montando en bicicleta. Cuando me eche novia el momento también lo aprovecharé con eso de follar y dar besitos, pero por ahora, nos centramos en comer.
Cuando he salido de correos a medio día (he ido dos veces, esta mañana y hace un rato) me sentía con ganas de vivir bien, ser un hombre sonriente y bien alimentado, así que he ido al mercado, he comprado Perca (no será el mejor pescado del mundo, pero a mí a la plancha y con sal gorda me gusta y tardo 5 mins y no me complico la vida), he comprado 4 tomates, 2 aguacates (mi quiropráctico come un aguacate cada día en ayunas, y es un tipo atlético y feliz), una lechuga iceberg y unos plátanos con motitas marrones. Luego, he pasado por una bodega y he comprado dos vinos de 10 y 12 € la botella que me han recomendado allí. Uno de Navarra y otro no me acuerdo. El de Navarra ya lo he probado y me he sentido como un bebé que caba de nacer. Luego, como el de la bodega me ha dicho que ese vino tenía mucho cuerpo y era adecuado para tomarlo con queso, jamón, etc., me he pasado por una quesería que lleva un señor mayor y su nieto y he pedido un queso curado, este queso es el más curado, es seco, no, tan seco no, entonces este, ok, ¿así? sí, así, pues son 5 euros. Después he ido a la panadería artesanal de al lado de mi nueva casa, donde tienen cientos de panes diferentes que hacen ellos y se ve cómo los hacen al fondo del local, he comprado un pan que es el mejor pan que he probado nunca, si llego a saber antes que el pan puede ser tan rico, no dejo de comer pan ni aunque engorde. Un pan con harina de 4 tipos diferentes y semillas y mmmmmm y no se pone duro así pase una semana si lo envuelves bien.
Y entonces una vez en casa he comido como un dios o como un ángel o como un rey o como un hobbit y he disfrutado de las cosas bien hechas y he pensado que viva lo que viva bien vale no perder el tiempo yendo a urgencias en un ataque de hipocondria y sí comprar buenos alimentos en los comercios del barrio y hablar con los amigos.
Amén.
PD. Si alguien conoce un buen psicólogo en Barcelona que se ponga en contacto conmigo.
PD.2. Si alguien conoce una chica normal y soltera para relación estable que viva en Barcelona que se ponga en contacto conmigo.
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